*“No puedes ser lo que no puedes ver”. – Marian Wright Edelman, activista por los derechos de los niños y las mujeres*
En un panorama donde la tecnología galopa a un ritmo vertiginoso y las fronteras profesionales se diluyen, emerge la figura del ‘knowmad’, nómadas del conocimiento, exploradores digitales que convierten cada experiencia en una hoja más de su bagaje intelectual y cada desafío en una oportunidad de innovación. Hoy, más que nunca, en este siglo XXI de cambios exponenciales, debemos abrazar este modelo de aprendizaje constante, de adaptabilidad feroz, y quién mejor para representar este vigoroso paradigma que Alicia Santos, una ingeniera industrial que no solo trasciende los límites de su campo sino que también desafía las estadísticas de género en las carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
En el universo tecnológico aún predominantemente masculino, Alicia se erige como emblema y referente. La ingeniería, su pasión y profesión, es el lienzo donde plantea soluciones, donde moldea realidades. Con más de 700 personas a su cargo, su liderazgo lleva el impulso robusto de la renovación: del Ave Madrid-Sevilla a la transformación cultural en su ámbito de acción. Santos incita a una mayor inclusión femenina en las aulas STEM, poniendo especial énfasis en que las mujeres “aportan otro punto de vista”, vital para el enriquecimiento de cualquier disciplina.
Tomando como inspiración la visión y ejecutoria de Santos, la filosofía ‘knowmad’ cobra sentido en la igualdad de género. Un knowmad sabe que la diversidad cognitiva fortalece equipos y enriquece perspectivas, siendo entonces, no solo un agente de cambio en lo tecnológico, sino también en lo social. Los datos son claros: hay una escasa representación femenina en campos como la ingeniería informática (16%) o telecomunicaciones (12%). Sin embargo, gracias a líderes como Alicia, estamos presenciando un alza en la matriculación de mujeres en carreras STEM; señal inequívoca de una sociedad en movimiento, una sociedad más knowmad.
La lucha por un equilibrio en el mundo de la ingeniería es, en esencia, una lucha ‘knowmad’: incansable, curiosa y audaz. El ‘knowmadismo’ no entiende de géneros, razas ni credos; sabe de habilidades, competencias y, sobre todo, de una voluntad férrea para reinventarse y crecer. Es la antítesis de la estanqueidad.
Ser ‘knowmad’ en estos tiempos es asumirse protagonista de nuestro desarrollo, es aceptar que la formación ya no es un estadio estático sino una travesía de por vida. Debemos comprender que, igual que la tecnología evoluciona, nuestro conocimiento debe volverse líquido, capaz de adaptarse y de fusionarse con lo venidero. Los knowmads del conocimiento son esos profesionales híbridos que trascienden límites industriales, fronteras geográficas y, como en el caso de Santos, barreras de género.
Los knowmads digitales, por otra parte, son el correlato de una era donde la conexión inalámbrica ha destronado a la presencialidad, llevando la oficina a la nube y la reunión a la pantalla. En su mundo, la creatividad y la colaboración no conocen de horarios ni de espacios confinados; su oficina es el mundo y su horizonte es infinito.
Inspirémonos en figuras como la de Alicia Santos para propagar esta mentalidad knowmad. Aboguemos por una mayor presencia femenina en las STEM, convirtiendo cada nuevo reto en una conquista del saber. Aspiramos a un futuro en el que la brecha de género en las ingenierías sea solo un remanente del pasado y donde las aulas se colmen de una representación equitativa, diversa y poderosa.
La misión está clara: ser pioneros de la información, maestros de la reinvención y siempre, siempre nómadas en la búsqueda incesante del conocimiento. A ti, que me lees y a ti, que compones la futura generación de mujeres científicas, ingenieras, matemáticas y tecnólogas, os lanzo la invitación: ¡conviértete en un knowmad del conocimiento y desafía los límites! Porque en este camino no solo formamos profesionales, formamos líderes capaces de rediseñar el mundo.