El 85% del éxito profesional se debe a la adquisición temprana de soft skills y 6 de cada 10 directivos consideran más importante las habilidades interpersonales que las capacidades técnicas para el desarrollo profesional. Esto datos sacados de distintos estudios como el de ‘The Future of Jobs’ de la Universidad de Harvard afirman que el 85% del éxito profesional se debe a la adquisición temprana de habilidades interpersonales, a menudo referidas directamente con el término inglés soft skills, fuertemente vinculadas al ámbito social y emocional.
La creatividad, la persuasión, la colaboración, la resiliencia y la gestión del tiempo son algunas de las habilidades más demandadas en el 2021. Según el informe ‘What Workers Want 2020’ realizado por la consultora de RR.HH. Hay 6 de cada 10 directivos de organizaciones que considera las habilidades interpersonales son más importantes incluso que las habilidades técnicas en el desarrollo profesional.
En este sentido, desarrollar soft skills desde una edad temprana se convierte en un elemento clave para el éxito futuro. Así, por ejemplo, los niños de 5 a 9 años que trabajan la inteligencia emocional en los centros educativos mejoran sus habilidades sociales, como la generosidad, la empatía y la colaboración, según explica la Fundación Botín en el ‘III Informe del Plan de evaluación psicológica del programa Educación Responsable’.
La educación, clave en el desarrollo de las soft skills
Uno de los datos que destaca el informe de la Fundación Botín es el impacto positivo generado en los menores de 9 años que se inician en la práctica de las competencias socioemocionales en el colegio, como es el aumento de la creatividad en un 15% y la mejora de la gestión del estrés en un 20%.
Se deduce, por tanto, que tan importante como adquirir conocimientos y lograr resultados académicos es la facultad de desarrollar las habilidades blandas tan necesarias para un futuro en constante cambio. En este sentido, la educación juega un papel esencial desde los propios colegios, donde la enseñanza de las soft skills ya debe incluirse de manera explícita dentro del currículo educativo. Cada alumno tiene un punto de partida único, con un carácter y una actitud diferentes. Por lo tanto, es a través de la experiencia, la formación, la práctica y el esfuerzo que podemos ayudar a cada uno de ellos a desarrollar sus habilidades”.
Jóvenes preparados para hacer frente a los retos del futuro.
Por eso la importancia de desarrollar las soft skills cobran especial protagonismo dentro del plan de estudios para que los alumnos estén preparados para un futuro lleno de posibilidades.
Partiendo de 9 hábitos de aprendizaje identificados, habilidades como la curiosidad y la imaginación; la organización y la socialización; la atención, la reflexión y el pensamiento crítico; así como la determinación y el liderazgo, se enseñan y se revisan explícitamente en el colegio desde los 3 hasta los 18 años. Estos hábitos, que equivalen a las mencionadas destrezas de futuro o soft skills, están incorporados de forma intrínseca en toda la actividad académica y extraescolar, y los alumnos los aplican y los adquieren de manera consciente. El objetivo es claro: preparar a los jóvenes para ser capaces de gestionar la velocidad del cambio con las habilidades sociales, emocionales, cognitivas y digitales necesarias para hacer frente a los retos del futuro.