La vida es excitante, fascinante y mágica. Estamos aquí para disfrutarla, la intensidad la ponemos nosotros. Si tomamos un camino que nos aparta de ver esto querrás reconsiderar lo que estás haciendo. Nunca habrá otro como tu nadie más verá el mundo como lo ves tu, o harás exactamente lo que tu sabes hacer y como lo haces.
Realiza lo que algunos de los genios más grandes, y es que tenían abundante energía interior, pues era necesario tener esta energía para poder trabajar tanto como lo hicieron, y para alcanzar los niveles de comprensión y de éxito que ellos lograron.
El mundo que nos rodea, y la vida que está justo frente a nosotros, pueden actuar como inspiración para hacer una verdadera diferencia. Por eso es bueno para tener nuestra propia magia ver como lo hacen lo demás y nosotros, practicar, practicar, practicar para poner así nuestro sello, nuestra huella.
Algunos genios aman tanto la vida que piensan que su misión es protegerla, y por eso trabajan como biólogos activistas políticos. Otros genios como Leonardo da Vinci están tan inspirados por la vida que ellos crean algunas de las obras de arte más grandes de todos los tiempos.
Aprovecha la vida para inspirarte, para hacer conexiones, para entender, y para relacionarte con todo de una manera más profunda. Y no olvides que tu también es parte de esta experiencia que llamamos vida y formas parte de esa magia.