Cómo resolver los problemas más difíciles de la vida: de Stephen Covey.
¿Quien es Stephen Covey?
Stephen Richards Covey es una de las personas que más han impulsado el campo del desarrollo personal. Su libro Los 7 hábitos de las Personas Altamente Efectivas ha sido uno de los libros más vendidos en la historia
El libro nos muestra la esencia del interés de este autor, aprender a ser más efectivo, a conseguir nuestros objetivos y crear todas las condiciones necesarias para que sean un éxito
En su otro libro, Primero lo Primero, el autor se centra en enseñarnos como entender lo que más nos llena y como crear todas las condiciones necesarias para poder dedicarnos a ello.
En El Octavo Hábito, es la continuación de su primero libro y desarrolla el tema de como podemos potenciar no solo nuestro éxito sino el de nuestros equipos.
Este libro por ponerlo en un contexto de utilidad a mi me ha servido mucho cuando me he incorporado a la red comercial y me ha tocado negociar con clientes acuerdo y renovar los existentes. Después en mi etapa de marketing como gestor de equipos ha sido de gran utilidad a la hora de gestionar conflictos y resolución de problemas, así como aprovechar las sinergias.
Vivimos en una era dominada por la intransigencia y los intereses particulares. Todos (sobre todo los líderes políticos) pareciéramos estar profundamente divididos y poco dispuestos a cooperar. Normalmente, la medicina a esta enfermedad ha consistido en prescribir métodos de resolución de problemas que implican la necesidad de llegar a un acuerdo. Pero esto significa que, en definitiva, termina ganando sólo uno de los puntos de vista en disputa. En el libro Stephen Covey presenta un nuevo enfoque para resolver desacuerdos que resultan en soluciones sinérgicas; es decir, soluciones que no implican imponer un punto de vista sino integrar los puntos de vista y conseguir así una tercera alternativa.
El libro nos va contando una vez más historia vividas por Stephen Covey y en la que busca la armonía como una alternativa. En uno de estos ejemplos vamos a ver el gobierno de un país no identificado que decretó que en las aulas de clase se estudiarían únicamente temas académicos como lectura y matemáticas; no habría tiempo para la música. Esto afligió a la madre de una de las estudiantes, que era músico profesional y consideraba que la música se debía seguir enseñando en la escuela. Esto también afligió a la maestra de la niña, que estaba de acuerdo con la madre. Pero ¿qué podían hacer? El paradigma de la maestra, forzado por el gobierno, era que todo el tiempo de clases debía aprovecharse en otras materias menos música. El paradigma de la madre era que se le debía dedicar un tiempo a la música. ¿Quién ganaría? Ambas. La solución estaba en enseñar las materias académicas a través de la música. La música se usaría para enseñar las fracciones (una corchea más otra corchea es igual a una nota negra). Los poemas se cantarían. La historia se aprendería a través del estudio de los grandes compositores y sus épocas. Los idiomas extranjeros se enseñarían cantando música folclórica de otros países. Esta historia ilustra el ingrediente clave para crear o descubrir una tercera alternativa: la sinergia. Claro está, la sinergia se fundamenta en la idea de que la suma de las partes es mayor que el todo. De hecho, la música es un muy buen ejemplo de sinergia. Es imposible lograr una armonía hermosa si tocamos una nota y después otra y así sucesivamente.
Solo escucharemos armonía si todas las notas suenan a la vez. Al igual que las notas musicales, las personas sinérgicas no pierden su identidad, pues combinan sus fortalezas con las fortalezas de los demás para generar un resultado mucho mejor de lo que cualquier de las partes podría lograr por separado. Para resolver el dilema entre la música y las materias académicas, la madre y la maestra combinaron sus fortalezas para crear una tercera alternativa. La solución de la tercera alternativa evita resolver los conflictos de manera que siempre haya un ganador y un perdedor. Claro está, no todos los problemas se pueden resolver tan fácilmente como el ejemplo anterior. Sin embargo, hay un método general para obtener una tercera alternativa a la hora de resolver casi cualquier conflicto.
Y para llevar acabo esta armonía nos presenta los cuatro paradigmas:
Paradigma 1: Yo me veo El camino hacia la tercera alternativa comienza con la autoconciencia. Requiere que busquemos en lo profundo de nuestro ser para entender claramente nuestros propósitos, incertidumbres y prejuicios. Quienes practican este método, piensan del siguiente modo: “He examinado mis propios supuestos. Estoy listo para ser auténtico contigo”. Mientras que el método de dos alternativas comienza con un “veo mi lado”, el método de la tercera alternativa cambia a: “Yo me veo, independientemente de mi lado”.
Paradigma 2: Aceptar y tomar en cuenta a la otra parte En el enfoque tradicional de conflictos, la persona no ve otra persona sino otro lado. No ve al oponente como un individuo sino como una etiqueta que representa una posición. El paradigma “me formo un estereotipo de ti” describe lo que la mayor parte de las personas hacen cuando ven al oponente en un conflicto.
Paradigma 3: cómo se deben comprometer ambas partes En la mentalidad tradicional de dos alternativas, los oponentes se rehusan a escucharse o se concentran por completo en defenderse. En cambio, la mentalidad de la tercera alternativa tiene un enfoque diferente: tratar constantemente de llegar a un acuerdo con la otra parte. La mejor respuesta ante una persona que no ve las cosas de nuestra misma manera es: “¿No estás de acuerdo? Soy todo oídos”.
Paradigma 4: la sinergia entre las dos partes A estas alturas del problema, ambas partes deben tener una perspectiva más honesta de quiénes son (personas con prejuicios y percepciones, no personas con todas las respuestas correctas). Además, cada parte cuenta con un panorama realista de quién es la otra persona. Finalmente, ambas partes han logrado entender el punto de vista ajeno. Por tanto, están dadas las condiciones para buscar una solución completamente nueva que las partes no habían ni imaginado.
En el libro también nos enseña los pasos para llegar a las sinergias y poder aprovecharlas al máximo a través de 4 pasos.
Con todo esto el libro lo que pretende es crear una escuela para resolver conflictos con la tercera alternativa. Pues este método es sin embargo, el método es aplicable en múltiples situaciones, propias del trabajo, el hogar, la escuela, el derecho, la sociedad, el mundo y la vida.
Para terminar te dejo los enlaces para adquirlo.