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Uno de los ejercicio que recomiendo como knowmad es crear ideas, como comentaba en otro post sobre cambiar la mentalidad y tener una de emprendimiento pues para ello debemos tener idea, Si ideas aunque sean locas para luego convertidas en planes o ideas de negocio.

Cuando hablamos de tener ideas de negocios, una de las opciones es que busquemos en internet «ideas de negocio«, y seguramente aparecerán cantidades de listas con cientos de ideas de negocios diferentes.

Sin embargo, quizás hay mejores cosas que podemos hacer al respecto, porque probablamente nos vamos a encontrar muchas cosas que sencillamente no tienen sentido para ti.

Por ejemplo ideas de negocio que tengan que ver con cocinar, y resulta que eres el peor para la cocina (si ese fuera mi caso, este no sería un buen negocio para mí).

O ideas que tengan que ver con cosas para las que no eres apto.

Entonces, vamos a ver ciertas estrategias que podemos tener en cuenta para que, en caso de que desees iniciar algún negocio, incluso si no es ahora, si lo tienes pensado para más adelante, mínimamente cuentes con la capacidad de generar muchas ideas, y a partir de ahí poder analizar y escoger algunas.

La realidad es que cada persona tiene gustos diferentes, habilidades, capacidades, a nivel cerebral incluso muchos son mejores para la parte física, la motricidad, las manualidades; otros son mejores para las matemáticas, los computadores, los cálculos…

Otros son mejores para cierto tipo de negocio que de pronto implican un poco más de visión, de proyección.

En cambio otros, sencillamente identifican una necesidad del mercado porque la viven en carne propia, y así.

¿Cuál es la cuestión aquí? Que debemos analizar que no todas las ideas de negocio y no todos los posibles emprendimientos que pudieras llevar a cabo, se van a alinear contigo.

Porque no solamente es pensar «qué hago para ganar dinero«, qué negocio me estaría dando plata en este momento si lo empezara… Sino «cuál negocio puedo empezar y que verdaderamente me sienta motivado e inspirado a trabajar en él a diario, incluso a pesar de que no esté generando ingreso».

Eso es quizás una de las cosas más importantes que hay que tener en cuenta.

Por lo que, incluso antes de analizar la posibilidad de tener ideas de negocio, empieza por analizarte a ti mismo.

El DAFO interior : Cuáles son tus fortalezas, tus debilidades, tus capacidades, para qué cosas ya eres bueno, qué cosas harías disfrutando incluso sin que te pagaran, que posiblemente tengan algún mercado o algún interés a la hora de crear un negocio.

Y empieza (a través de tu interior) por anotar esas cosas.

Muchas personas se quedan esperando a tener la idea perfecta, el negocio perfecto, la idea revolucionaria, el negocio que nunca antes había existido y que va a entrar a cambiar el mundo.

Aunque eso sería genial, por supuesto.

La realidad es que eso no se necesita y la basta mayoría de los dueños de negocio que emprendieron y hoy día son exitosos y tienen buenos resultados, empezaron negocios comunes y corrientes que incluso otras personas ya tenían.

De pronto lo que sí hicieron con su negocio fue darle un enfoque original, innovar, ponerle ese toque especial, personal, que solamente esa persona podía darle.

Pero eso lo podemos hacer absolutamente todos.

Adicionalmente tenemos que analizar el mercado, es decir, cómo se están moviendo las dinámicas económicas en el mundo, o en nuestra ciudad, o en nuestro barrio, en donde sea que queramos emprender.

A veces se dan las oportunidades de crear negocio en medio de una situación difícil, o cuando analizamos que hay una necesidad que no está siendo satisfecha y para la cual hay demanda pero no mucha oferta.

Algo fundamental es que no debes buscar cientos de ideas.

O sea, si tú terminas con una lista de más de 100 ideas, probablemente vas a quedar saturado y a decir «no tengo ni idea de por dónde empezar«.

Incluso puede que encuentras 20 o 30 que sean muy buenas, que digas «podría empezar con cualquiera, pero por cuál empiezo«.

Así mismo en el momento en que estés analizando ideas, no te aferres a una de ellas diciendo «es que esta es perfecta, es que esta es la mejor, es que esta tiene todo, excelente«…

Lo ideal es que la analices objetivamente en comparación a otras.

A la hora de sacar ideas, idealmente debes pensar en tu futuro.

Es como si vas a contraer matrimonio con una persona, ¿quieres estar toda tu vida con esa persona?

Así mismo vas a pensar en tu negocio, porque imagínate que en dos años tú digas «no quiero saber absolutamente nada más del negocio«, y todo se viene al piso.

Al menos en los primeros años, mínimamente en los primeros meses, vas a ser fundamental para tu propio negocio.

Y si tú en algún momento abandonas, evidentemente va a ser un fracaso, por lo que debes estar absolutamente seguro de que te vas a comprometer en el futuro con algo así, que lo vas a hacer hoy, y lo vas a hacer dentro de un año, y lo vas a hacer dentro de 2, dentro de 3, dentro de 5 y dentro de 10 si fuera necesario.

Obviamente ajustando qué tanto tu negocio te necesita a ti y que no te vuelvas el empleado de tu negocio, pero que sí tengas el compromiso de estar allí a largo plazo.

También podemos sacar ideas de negocio de nuestra propia experiencia profesional.

Si has tenido diferentes empleos, seguramente ahí ves cómo se mueven las empresas, qué tipo de clientes se manejan, cuáles son las necesidades del mercado, y demás.

También hay muchos negocios en las aficiones personales o en los hobbies, por lo cual si tú tienes alguno, podrías analizar si esos colegas con los cuales disfrutas tus hobbies, pudieran eventualmente pagarte por algo si tuvieras un negocio relacionado con ellos.

Incluso de los viajes también podemos sacar ideas de negocio.

Cuando viajamos y conocemos lugares diferentes al de nosotros, especialmente con culturas distintas, nos damos cuenta cómo se mueve el mercado, cómo son las dinámicas tanto sociales, como financieras; la gente por qué está pagando, qué cosas están comprando y mucho más.

También podríamos tener en cuenta las nuevas tecnologías para muchas cosas, independientemente de que no seas un experto en el asunto.

Crear un negocio muchas veces no implica sabérselas todas, sino tener la visión de cómo resolver un problema, o quizás cómo hacer lo mismo de siempre de una nueva manera para resolver una situación, una necesidad, un problema o satisfacer un gusto, o un deseo en el mercado.

Y también puedes mezclar y combinar diferentes nichos del mercado, cosas que de pronto no tienen mucho que ver, o son dos industrias diferentes, o incluso dos implementaciones diferentes en la misma industria.

Por ejemplo, que sepas jardinería o culinaria y lo enseñes a través de internet, siendo un Youtuber. Ahí juntas dos industrias totalmente diferentes para crear tu negocio.

Hay que ser creativo, empezando por analizar en qué cosas eres buenos, cuáles habilidades o capacidades podrías desarrollar y tratar de identificar oportunidades en todas partes.

Si estamos alertas, si abrimos nuestra mente y dejamos que esa formación reticular de nuestro cerebro que identifica patrones y nos lo hace notar en tiempo real, se active… Verdaderamente podemos estar identificando y creando una lista de ideas de negocios.

No muy larga, pero sí lo más adecuada posible para ti, para tu presente, para tu futuro.

Y en el momento en que ya tengas esa lista, lo ideal es analizar «bueno, empezar ese negocio qué implica«, cuáles son los recursos, tu tiempo, tu conocimiento, tu dinero y muchas otras cosas que deberías tener en cuenta antes de empezar con un negocio propio.

Sea como sea, la idea es que te comprometas con el objetivo de tener tu negocio propio en algún momento, no importa si no tienes el dinero ahora, no importa si no tienes el conocimiento, o si apenas estás empezando a estudiar en la universidad y todavía no tienes desarrollada una habilidad, no importa si llevas trabajando 5 años en el mismo empleo y de pronto no tienes idea de otras industrias, no importa si empezar un negocio nuevo te da susto.

Mínimamente debes decir «voy a tomar el primer paso«, porque como dice el viejo adagio: El primero paso es la mitad del camino. Y la mitad del camino es mucho recorrido.

Con que las personas tan sólo tomaran un pequeño paso hacia la creación de ese negocio y de ese emprendimiento, y dejaran que las ideas que están allí en su cabeza se convirtieran realmente en acciones, créeme que muchas más personas estarían tanto disfrutando su libertad financiera en beneficios económicos, por precisamente estar brindando soluciones positivas a las personas a través de sus productos o servicios.

De hecho, es posible que alguien deseara con todas las fuerzas de su alma que tú le proveyeras ese servicio que no has creado, o que no has pensado, solamente por tener la idea o esperar la idea, en vez de emprender y tomar acción.

Puede que sea una acción imperfecta, puede que sea un negocio que empieces y fracases, puede que sean muchos intentos antes de que realmente logres lo que quieres a nivel de éxito.

Pero si analizas los casos de las personas más exitosas, de los multimillonarios que crearon negocios enormes, de las empresas que crean juegos… Muchos de ellos empezaron con cosas que no sirvieron para nada, incluso perdieron dinero o perdieron oportunidades, o lo que intentaron no tuvo ninguna acogida en el mercado.

Y eso está bien, porque esos fracasos enseñan muchas cosas.

Si tienes la determinación y dices «yo quiero ser un dueño de negocio«, «yo quiero ser emprendedor» y «yo quiero hacerlo»; seguramente si mantienes esa convicción todos los días, y haces cada día algo de progreso así sea muy chiquito hacia ese objetivo, estoy casi seguro que lo puedes lograr.

Y no es que te lo garantice, pero si pones tu empeño es muy poco probable que después de mucho trabajo, después de mucha educación y de mucho crecimiento y transformación personal, no tengas al menos algo de resultados y esa es precisamente mi experiencia.

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