La adopción de patrones de hábitos saludables, brinda salud y claridad mental para mejorar la tolerancia durante los episodios de estrés.
Adoptar y mantener patrones de comportamiento saludable, aumentará las posibilidades de vivir una vida más longeva. En la actualidad, diversos factores ambientales, así como los trastornos de ansiedad, depresión y estrés, han contribuido al incremento de pacientes con obesidad. Asimismo, las principales causas apuntan a una vida humana más sedentaria y expuesta a alimentos con alto contenido de azúcar, entre otras cosas. Siete de cada 10 muertes en los Estados Unidos, son el resultado de enfermedades crónicas, que son posibles de prevenir siguiendo una alimentación sana y balanceada, adoptando hábitos deportivos y dejando a un lado el consumo de sustancias tóxicos como el alcohol y tabaco. Mejorar tus habilidades a través del autocuidado, te pondrá en gran ventaja con la competencia, ¿quieres saber dónde empezar? ¡Pues quédate con nosotros!
Autorregulación: modificar o controlar el propio comportamiento
La autorregulación se ha estudiado ampliamente durante años. Comunmente es conocida, como la capacidad que tienen las personas de monitorear y cambiar diversos patrones de comportamiento y procesos psíquicos que ya no quieren tener.
Un ejemplo eficaz de algún mecanismo de autorregulación sería el del “descuento por demora”: todos los días, las personas deben hacer concesiones entre los beneficios a corto y largo plazo por realizar alguna actividad. Por ejemplo: ¿quiero relajarme viendo la tele o salgo a trotar por el parque? El descuento por demora, también conocido como “descuento temporal”, se utiliza para denominar aquella forma de cuantificar valoraciones entre las recompensas más pequeñas a corto plazo (relajarse viendo la televisión) frente a las recompensas más grandes a lo largo (el estado físico cardiovascular es un factor importante para vivir más tiempo). Una persona con una “tasa de descuento alta”, asignará un valor más bajo a las recompensas que ocurrirán en el futuro y, en consecuencia, un valor mucho más alto a las recompensas experimentadas en el presente.
Descontar el futuro puede tener un efecto negativo, sobre todo si se desea elegir tener un cuerpo sano.
Reactividad al estrés y el papel del afrontamiento en el cambio de comportamiento
Un mecanismo que se está estudiando en esta área es de la sensibilidad a la ansiedad, el cual se refiere a los temores de las sensaciones relacionadas con la ansiedad (como dolor de estómago o pensamientos acelerados). >
La sensibilidad a la ansiedad puede llevar a alguien a pensar que, una sensación de opresión, puede acabar siendo síntoma de ataque al corazón. Como resultado, la persona experimentará temor de realizar actividades, como el ejercicio físico, que pueden empeorar la situación. Por otro lado, es posible que un paciente empiece a comer en exceso o consumir alcohol para sobrellevar los sentimientos de ansiedad.
Un estudio analizó la sensibilidad a la ansiedad como un posible mecanismo que vincula al ejercicio para acabar con el hábito de fumar, arrojando resultados que exponían la probabilidad de dejar de fumar si se realizaba ejercicio de alta intensidad.
Apoyo social: mejorando habilidades a través de las conexiones sociales
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Se ha reconocido durante décadas que las redes sociales influyen en nuestro comportamiento. Investigadores en cientos de universidades, todavía están aprendiendo sobre cómo las relaciones dan forma a los comportamientos de salud de un individuo.
Reconocer cómo y dónde realizar intervenciones dentro de una red social, puede optimizar el cambio de comportamiento. En el nivel más básico, una forma de ampliar el alcance de una determinada intervención conductual, puede ser la de adaptar una intervención para aprovechar las relaciones interpersonales y la influencia de los demás en una red social.
Un estudio analizó los efectos del apoyo social y examinó si un programa de pérdida de peso administrado a uno de los cónyuges tuvo efectos beneficiosos en el cónyuge que no participó. El estudio encontró que los cónyuges no tratados, a pesar de no participar directamente en el programa de pérdida de peso, perdieron una cantidad significativa de peso. Aunque se requieren investigaciones futuras que utilicen el enfoque de medicina experimental para identificar el mecanismo preciso, los investigadores sugirieron que los cónyuges que recibieron directamente la intervención pueden haber modelado comportamientos que promueven la salud, como pesarse regularmente, para sus cónyuges, y que era menos probable el consumo de alimentos ricos en grasas en su hogar durante el programa. Los hallazgos de esta investigación sugieren que las intervenciones conductuales para bajar de peso pueden crear un “efecto dominó” que beneficie a los amigos y familiares del individuo.