Todos los pensamientos y planes en el mundo son de uso limitado. Existen demasiadas variables para que alguien pueda realmente saber el resultado final de casi cualquier evento, circunstancia o situación. Incluso con la ayuda de la Inteligencia Artificial, pero todo llegara.
Algo que parece que debería fallar, a menudo tiene éxito. Y algo que parece que debería funcionar con frecuencia no lo hace. Es bueno planear y pensar por adelantado. Nos ayuda a estar preparados. Sin embargo, en ciertas ocasiones, las personas se sienten cómodas pensando más y más, y analizando una y otra posibilidad, quedando atrapadas en una rutina. Es lo que se conoce parálisis por análisis. En lugar de progresar y entrar en el mundo real y arriesgarse a equivocarse, se quedan en su zona de confort, y retrasan la acción.
Necesitamos reconocer si caemos en esa costumbre. Tenemos que admitirlo, esforzarnos a probar algo nuevo, y aceptar cualquier resultado que obtengamos. Por supuesto, si lo que está en juego es muy elevado, y es algo de vida o muerte, es probablemente conveniente tener un plan completo de principio a fin, para asegurarse de que no surjan problemas imprevistos. En otras situaciones, recuerda que siempre hay mucho que aprender al tratar algo novedoso y cometer errores, Y después puede ir haciende las correcciones necesarias mientras avanza, es lo que se conoce como evolución continua.