Gracias a lo errores aprendemos, gracias a lo problemas innovamos. Sin errores no estaríamos avanzando. Edison, antes de inventar la bombilla confesó: “Cuando empecé, cada uno de los 200 experimentos que no funcionó me dujo cómo actuar en el siguiente intento”. Benjamín Franklin también hico un comentario parecido:” No me he confundido, solo he tenido 10.000 ideas que no han funcionado”.
Los grandes saben de los errores son la esencia del éxito. Esta forma de pensar no te hará mas ambicioso, te hará imparable y con ganas de producir más.
Otro ejemplo más reciente, lo tenemos ahora con la carrera espacial. La última prueba del Starship, la nave que llevará a Elon Musk a Marte fue un gran éxito y desastre. SpaceX demostró que la crucial maniobra de giro para el aterrizaje funciona, posando la nave en su base de Boca Chica en Tejas. Pero, al cabo de unos minutos, la nave explotó. Musk ha explicado ahora el porqué, y de paso ha vuelto a demostrar cómo funciona el proceso de diseño en su compañía. El SN10 tuvo un vuelo casi perfecto, elevándose a unos 10 kilómetros de altura con sus motores Raptor de 2.210 kilonewtons de empuje para después comenzar su descenso en panza y, en el último momento, ejecutar la maniobra de cabeceo y reencender sus motores para aterrizar en su plataforma.
El propio Elon Musk ha comentado en Twitter cuál fue el error que provoco el desastre y asumió el la culpa en las decisiones. En resumen, como bien dice Musk que ha hipotecado parte de su fortuna para cometer estos errores y liderar la carrera espacial “Sin valor no hay gloría”. Lo cierto es que estos fallos son fundamentales en un proceso de desarrollo y fabricación que ha resultado ser un éxito rotundo para SpaceX: la iteración rápida de diseños a partir de la prueba y el error.
En vez de pasar años y años con miles de pruebas individuales y cambios de diseño simulados —como hace la NASA, Boeing o Lockheed Martin—, SpaceX prefiere dar candela a sus diseños a toda máquina, construyendo prototipios rápidamente y probando a ver qué pasa. Obviamente, no construyen cualquier cosa y todo está basado en conceptos sólidos y simulaciones por ‘software’. Y los motores se prueban aparte. SpaceX por lo pronto esta marcando el ritmo, cada error es un cumulo de datos que recogen de los sensores, que sirven para mejorar, rectificar y perfeccionar, lo que les hace ganar tiempo y mejorar en cada lanzamiento.
Por tanto, no podemos afirmar que estamos perdiendo el tiempo, a mi particularmente me gusta probar la cosas, tocarlas, soy de los de ver para creer, también eso me lleva muchas veces a cometer errores y cuando miro atrás, pienso aliviado menos mal que lo he probado, he corregido los errores a tiempo, pues a veces el seguir también te lleva a tomar decisiones basadas en esos errores. Aprender a gestionar los fallos, los desaciertos, cabezonerías. Un ejemplo claro lo tenemos con el aprender a programar cuantas veces nos confundimos, el aprender un idioma cuantas veces pronunciamos a nuestra manera, todo esto aumenta muchísimo la productividad, y nos ayuda a ser mejores.
En esto no todo el mundo piensa igual, están los que se quedan en la zona de confort, no cambian para no cometer errores, como el caso de la NASA, Boeing…. pues viven en hacer los pasos de forma segura, pero esto puede llevar al estancamiento o quedarse atrás.
Es más probable que tengas una reprimenda por falta de iniciativa que por equivocarte, bueno eso es lo que dice el sentido común, en una gran empresa sería lo normal. La actitud ante los errores es eso precisamente adsorber el conocimiento, la información para contribuir a un éxito futuro, y los fracasos forman parte del ciclo.
Como decía Samuel Beckett: “Equivócate una y otra vez. Pero equivócate mejor”. Yo soy una persona que comete muchos errores, la gran mayoría soy casi consciente de ellos y pido disculpas o rectifico sobre la marcha, pero tengo que reconocer que han sido mejor escuela, pues desde un error de calculo, hasta una mala conexión, una mala decisión, no me arrepiento de ello, pues de todo he aprendido, incluso sin complejos, aunque se ríen de mi, pues lo he intentado.
Muchas veces el miedo que tenemos a equivocarnos viene por el peligro de buscar la aprobación y el beneplácito de los demás. Obtener la aprobación de los demás para creer que no cometes errores es fácil. Si preguntas, haces encuestas, pides consejos, en la gran mayoría de los casos te dirán lo que quieres oír. Ten en cuenta que tenemos mucho miedo a la critica, aunque sea constructiva por eso debemos tener cuidado de no caer en esta trampa, ve con humildad, pregunta ¿Cómo podría mejorarlo? ¿Qué te parece, está todo bien? Lanza la caña para que sean ellos los que te aporten consejos de forma natural y sin compromiso, obtendrás información de calidad, y eso si que es un tesoro, la sinceridad, es aquí cuando vas a avanzar más y ser más productivo pues aun encima esto te va a motivar.